domingo, 1 de junio de 2014

Virtudes de la abeja gregaria

Sin duda esta es la última entrada que hago para mi clase de filosofía. Ya una vez graduados, y ahora decididos a estudiar para selectividad, debo escribir la última entrada de este blog. Una vez hecha y dentro de un tiempo no sé si borraré la página, seguiré con ella pero cambiando su utilidad, es decir, en vez de subiendo entradas de filosofía que sean de otra materia, o simplemente dejando este blog tan abandonado que las ratas ni siquiera deseen pasar por aquí...
No obstante algo si tengo seguro y es que esta entrada debo hacerla. 
Hubiese preferido para acabar una experiencia de las potentes, de las que se puede exprimir líneas y líneas de información, y pensamiento, pero esta vez y sobretodo con el tema de selectividad nos ha pillado un poco apurados, así que se decidió que debíamos leer un artículo y comentarlo.

He de decir que me resultó difícil escoger el capítulo ya que con todos los exámenes finales y con la idea de que ya se acaba el curso en la cabeza, como que no había demasiadas ganas de ponerse a leer sobre filosofía. Sin embargo había que hacerlo algún día. 
Es así como escogí el capítulo un poco por el número de páginas que tenía (estaba un poco vaga), pero sobretodo porque el título fue uno de los que más me llamó la atención desde el principio: Virtudes de la abeja gregaria

Es este capítulo se describe un poco la vida de las abejas y la manera en la que por puro instinto forman una especie de inteligencia colectiva, son capaces de hacer miel, criar a las larvas, recoger polen, mantener su colmena perfecta a pesar del calor, y todo porque siguen siempre unas especies de reglas no escritas que no necesitan estudiar, sino que vienen con ellas. Así se plantea la idea de que al igual que las abejas, los seres humanos somos animales que vivimos en sociedad y que debido a que nosotros somos subjetivos y hemos dejado atrás un poco los instintos, es necesario crear esas propias leyes de funcionamiento. 
En sí, el capítulo es (o al menos yo lo he entendido así) una crítica al modo en el que la moral que desde hace ya mucho tiempo se ha impuesto, es decir al hecho de que la mujer debe ser la más sumisa y la encargada de las cosas de la casa, mientras que el hombre es el dominante y el que trata todo lo exterior. Es así como va mostrando poco a poco las diferentes ideas de los filósofos respecto al modo en el que se debe vivir y las comparaciones que se hacen con las abejas en todo momento. Expone que para muchos pensadores, la inteligencia colectiva que poseen estos diminutos animales, que tan solo guiadas por instinto son capaces de crear esos hexágonos perfectos. 

Desde mi punto de vista, el artículo no ha sido de mis favoritos ya que se me ha hecho un poco extenso donde se decía poco en muchas líneas, sin embargo la primera parte de este me ha gustado bastante en comparación con el resto. Yo que soy una fan (pero fan fan de poster) de la miel he de decir que el tema de las abejas y su capacidad de crear dicho manjar tan solo vomitando polen me magnifica. Es verdad que pensado de ese modo no es apetecible ni mucho menos, pero una vez que la pruebas se te olvida. Sin embargo, tras varias experiencias de apicultura, en las que no me ha picado ninguna abeja (toco madera) me sigue asombrando su capacidad de trabajo. 
Desde pequeña siempre he pensado que tanto las abejas como las hormigas son quizás los insectos más trabajadores, o al menos de los que más se percibe su trabajo diario. Y eso se ve cuando sales al campo y ves las hormiguitas todas seguiditas unas de otras, o las abejas recolectando su polen de flor en flor y también se percibe mucho viendo La abeja Maya, esa serie de dibujos animados donde se aprenden cosas como la jerarquía dentro del propio panal. 

Respecto a la parte de la moral que es tratada en el artículo, creo también que realmente, el hecho de la disposición biológica tanto de los órganos reproductores como las hormonas, son los causantes en parte de las diferentes morales que han aparecido a lo largo de los tiempos. Sin embargo, creo que a medida que se avanza en la historia y como consecuencia la capacidad de razón evoluciona sutilmente, se conocen más cuestiones relacionadas con las diferencias e igualdades entre hombres y mujeres, y eso obliga a dejar atrás ciertas reglas que ha estado presentes durante mucho tiempo y que ahora no tienen sentido ninguno. Y por ello, al igual que el artículo, pienso que es necesario crear un grupo bien estructurado y con las funciones y responsabilidades bien distribuidas con el fin de conseguir mantener una familia, o incluso una sociedad tan bien montada como la de las abejas. 



 

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